Los astados de Pérez Tabernero y Sánchez Herrero entraron juntos al recorrido urbano

másMedina. Olmedo.- Rápido y sin incidentes transcurrió el segundo encierro de las fiestas de Olmedo. A las 11 de la mañana la manada, compuesta por 5 toros y 7 bueyes de las ganaderías de Pérez Tabernero y Sánchez Herrero, salió ágilmente de los Corrales de la Dehesa. La comitiva siguió el recorrido hasta llegar a la carretera de Matapozuelos, que las reses bordearon dejando la calzada a su derecha. Los astados, dos de ellos jaboneros, dos negros y uno colorado, se dividieron poco antes de llegar al «embudo». Tres bajaron al asfalto y los otros dos continuaron sobre la cuneta rodeados de caballistas.

Continuaron y, antes de las 11,30 horas, toda la manada había entrado en el recorrido urbano, incluido uno de los bueyes que se quedó rezagado y protagonizó un segundo «arreón» de los jinetes. El encierro concitó la atención de más de 5.000 espectadores y 200 caballistas.

Poco después comenzó la capea en la Plaza de Toros, adosada a la antigua muralla, en la que se soltaron tres novillos de prueba y tres vaquillas. La nota «de color» la dio el primero de los astados, un jabonero «saltarín» que superó en cuatro ocasiones la barrera. Pese a que el novillo provocó momentos de tensión finalmente sólo se produjo alguna contusión leve que no requirió atención sanitaria.