El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación establece un programa nacional de control de la plaga de topillos

Topillo de Fresno el Viejo junto a una pajita de plástico, que orienta del tamaño del roedor.Se asignarán 5,5 millones de euros, el 50 por ciento del coste total de las acciones de lucha previstas. Los cultivos más afectados han sido cereales, leguminosas y forrajeras en las provincias de Ávila, León, Palencia, Salamanca, Valladolid y Zamora.

másMedina.- El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación  va a colaborar en la lucha contra la plaga de los topillos a través de un “Programa nacional de control de las plagas del topillo de campo, “Microtus Arvalis” (Pallas), y otros microtinos”, tal como establece la Ley de Sanidad vegetal y que fue aprobado el viernes por Real Decreto del Consejo de Ministros.

Este programa se desarrollará con cargo al ejercicio presupuestario de 2008 y está previsto asignar a través de Conferencia Sectorial de Agricultura aproximadamente 5,5 millones de euros, lo que supone el 50 por ciento del coste total de las acciones de lucha previstas, según informa el propio Ministerio.

La plaga de topillos es un problema endémico en las comunidades autónomas del centro y norte de España y especialmente en Castilla y León, debido a las características agroclimáticas de la meseta castellana que propician el desarrollo natural de las poblaciones de este roedor. Las condiciones meteorológicas que se han producido en los últimos inviernos en la Comunidad Autónoma de Castilla y León caracterizadas por una ausencia de lluvias intensas acompañadas de temperaturas suaves, han facilitado una anormal multiplicación de los topillos.

Los cultivos más afectados han sido cereales, leguminosas y forrajeras  y las provincias más perjudicadas, en mayor o menor grado, Ávila, León, Palencia, Salamanca, Valladolid y Zamora.

Dado que el control de las poblaciones de estos roedores reviste una especial dificultad, es aconsejable establecer este programa nacional de control en el que se recogen un conjunto de medidas fitosanitarias, que se califican implícitamente de utilidad pública. Estas medidas están basadas en estrategias preventivas para contener el desarrollo demográfico de los topillos, mediante el conocimiento de la evolución de la plaga, medidas culturales, control de las zonas de refugio de las poblaciones, fomento de los enemigos naturales, trampeos sistemáticos y empleo restringido de productos rodenticidas cuando se sobrepasen los umbrales poblacionales de tratamiento.