Un novillo murió de un golpe con un vehÃculo municipal que pilotaba el secretario de AlcaldÃa acompañado del concejal de Festejos, Jesús Ramón RodrÃguez Galván. Una viñeta cómica sobre el asunto corrió por las redes sociales. Presenciaron el festejo unas 20.000 personas según las autoridades locales.
másMedina.— Un varón de 83 años, vecino de La Seca, fue corneado el 6 de septiembre en la capea posterior al tercer encierro de Medina del Campo, en el coso de la villa. El astado logró sacar al anciano de la talanquera donde se encontraba viendo el festejo, y le hundió el pitón brutalmente en la pierna.
La herida fue considerada muy grave en la primera cura en la enfermerÃa de la plaza, donde se le estabilizó y trasladó con rapidez al hospital comarcal. Se le intervino quirúrgicamente. El anciano presentaba un desgarro muscular, una fuerte contusión torácico-abdominal y traumatismo craneoencefálico.
No fue el único herido, ya que en el tramo campero, cerca del embudo, resultó herido por asta de toro otro varón de 75 años, trasladado inmediatamente al hospital comarcal por el cuerpo de PolicÃa Nacional con pronóstico leve.
Toro atropellado
Por lo demás, el del 6 de septiembre fue un encierro muy problemático. Sólo cuatro de los seis novillos entraron al recorrido urbano. Uno de ellos fue anestesiado y el otro resultó muerto al ser golpeado por uno de los vehÃculos del Ayuntamiento, que pilotaba el secretario de AlcaldÃa, Antonio San José, en compañÃa del concejal de Festejos, Jesús Manuel RodrÃguez Galván, ambos de PCAL-CI, partido minoritario en coalición con el PSOE en el equipo de Gobierno de la villa.
Si en su dÃa el Partido Popular, en la oposición, pidió explicaciones en el Pleno por la compra de tres vehÃculos todoterreno de alta gama destinados a intervenir en los encierros medinenses, el 6 de septiembre pidió sin ambages la dimisión del concejal de Festejos, que se ha tomado la villa “como un cortijo particular en el que divertirseâ€, apuntó el edil popular Luis Carlos Salcedo.
Desarrollo del encierro
Cinco toros de la ganaderÃa de Fidel San Román, de capa negra, y un toro colorado de la ganaderÃa Montalvo, salieron de los corrales acompañados de ocho bueyes y avanzaron de forma rápida al casco urbano. A unos 800 metros del corral uno de los toros se quedó rezagado ante la mirada de varios caballistas que intentaron reconducirlo ante las constantes embestidas. Lograron que avanzara cierta distancia pero el astado finalmente fue anestesiado minutos después tras salirle de los lÃmites del recorrido.
El toro colorado se descolgó también de la manada refugiándose en un viñedo cercano al charco denominado ‘lavaculos’. Los caballistas intentaron citarlo pero no consiguieron sacarlo. Al ser una zona de difÃcil acceso se optó por citarlo desde un vehÃculo municipal para reconducirlo. El Ayuntamiento informó que en una de las arrancadas el novillo «se golpeó con el vehÃculo y cayó muerto».
Los caballistas acompañaron al resto de la manada formada por cuatro toros y ocho bueyes, dirigiéndose al embudo. En las proximidades del empedrado la comitiva se dividió. Tras un recorrido urbano por separado el último de los toros llegarÃa a la plaza de toros a las 10,30 horas, finalizando asà el encierro.
El Ayuntamiento de Medina del Campo valoró de forma positiva el tercer encierro tradicional, destacando “la enorme labor realizada por los caballistas y corredores para reconducir las reses hacia las calles de Medinaâ€. En cuanto a la muerte del toro por la colisión del vehÃculo, aseguró que el incidente fue “fruto del infortunioâ€.
Fuentes municipales estimaron que el número de aficionados que pudo disfrutar del encierro llegó a los 20.000.