Medio millar de personas se concentró el viernes en la estación de Medina del Campo. Fomento asegura que la reestructuración de frecuencias es parte de un proceso de modernización.

másMedina.— Según los responsables de Renfe, no se iba a suprimir ningún trayecto ni se iba a levantar ninguna vía, sino que se trataba de “racionalizar servicios» y asegurar que los menos rentables se realicen por carretera. Sin embargo, el peso del mundo rural, especialmente en Castilla y León, se ha hecho notar. A la marea de movilizaciones se sumó el pasado viernes Medina del Campo. Más de medio millar de personas (unas 600 según fuentes policiales) se dieron cita con pancartas en la estación de la villa, durante una concentración pacífica en la que simularon cortar el tren, poniéndose delante de una de las máquinas cuando el convoy realizaba su parada.

Después de meses de informes y contrainformes, y reivindicaciones de sindicatos y usuarios, los planes iniciales de la compañía han quedado muy reducidos, lo que en Castilla y León se ha visto como un éxito de las movilizaciones.

Líneas en las que se preveía una reducción importante de servicios y que habían sido emblemáticas en las protestas —como la Zamora-Puebla de Sanabria-Orense o las conexiones de Ávila y Salamanca— se quedan como estaban. Otras conexiones verán, finalmente, reducidas sus frecuencias, pero de una manera discreta, por lo que se puede decir que el mundo rural ganó la primera batalla. Ahora habrá que estar atentos al 23 de junio cuando está previsto que vuelvan a analizarse nuevos posibles recortes.

Distintos dirigentes de la compañía se han esforzado en contrarrestar las críticas de colectivos, sindicatos y partidos políticos con el argumento de que el objetivo es la reestructuración de un negocio que debe ajustar sus costes y mejorar su eficiencia para abordar con ciertas garantías los desafíos inminentes. Y uno de esos retos ineludibles es la reducción de los gastos operativos: las cifras de endeudamiento de la compañía partían en 2012 de los 5.225 millones de euros y ahora se sitúan en 5.000 millones, una cifra que “continúa siendo muy preocupante”, según fuentes de la compañía.

Movilizaciones

Las primeras noticias de los recortes movilizaron en Castilla y León a colectivos diferentes, asociaciones ciudadanas, sindicatos, partidos y organismos públicos como la Federación Regional de Municipios y Provincias (FRMP), lo que ha propiciado la constitución de plataformas de protesta, sobre todo en provincias como Valladolid, Zamora, Salamanca y Ávila.

El secretario general del sector ferroviario de UGT Castilla y León, Felipe de Diego, calificó el viernes de “triunfo de los usuarios” el mantenimiento por parte de Renfe de los servicios de media distancia convencional de Ávila a Salamanca, así como todos los que circulan por Zamora, Burgos y Soria. No obstante afirmó que esta “moratoria” es insuficiente. “Hay que luchar para que sea definitiva”, añadió. El dirigente sindical reclamó también “equidad en toda Castilla y León”.