La empresa se ha comprometido a pagar esta semana la totalidad de la nómina de noviembre
másMedina.- Tensa espera de los trabajadores de la empresa de reposterÃa Casado hasta las 12 horas de mañana viernes, cuando se reunirán los representantes sindicales del Comité con los directivos. La fábrica medinense atraviesa una situación de falta de liquidez que ha impedido pagar en tiempo y forma la nómina de noviembre a sus trabajadores. La mitad fue abonada el pasado lunes, y los directivos ya se han comprometido a desembolsar la mitad restante antes de que acabe la semana. Los representantes de los trabajadores se interesarán por el estado de las negociaciones con el grupo palentino Siro, uno de cuyos directivos visitó las instalaciones el martes para conocer la situación en persona.
Según uno de los directivos de la planta, Javier Casado, existen otras dos empresas, además de Siro, interesadas en la operación, pero no ha detallado los nombres ni las caracterÃsticas de las mismas. La entidad se mantiene abierta a posibles pactos puntuales con otras empresas alimentarias para salir de la complicada situación financiera provocada entre otras cosas, según los Casado, por el incremento del precio de las materias primas. La crisis afecta directamente a los 220 empleados de la plantilla de la empresa, asà como a un abultado número de puestos de trabajo indirectos, vinculados gran parte de ellos al sector del transporte y la distribución.
La fábrica ya pasó por una situación complicada en 2001, cuando se declaró en una suspensión de pagos que duró 6 meses, por valor de 20 millones de euros, cuyas deudas todavÃa no ha liquidado. También a lo largo de 2001 y 2002 fue una de las empresas afectadas por la «Crisis del Corralito» argentina, lo que perjudicó la cuenta de resultados de sus exportaciones.
Casado continúa siendo una empresa familiar desde hace más de 20 años, cuando comenzó su crecimiento en la Villa de las Ferias. Hace una década inició una etapa de expansión con la inversión en nueva maquinaria y la apertura de su producción al mercado exterior. Ahora, si las negociaciones con el grupo Siro llegan a buen puerto, la fábrica podrÃa integrarse en un grupo de un volumen mucho mayor, que cuenta con más de 1.700 trabajadores.
Siro comenzó su etapa expansiva a principios de los 90. Desde entonces, se ha convertido en uno de los grupos más importantes del sector, que ha podido salvar de la quiebra a otras empresas como la galletera de Aguilar de Campoo.
El grupo, al mando de Juan Manuel González Serna, ha ido creciendo con la adquisición e integración de varias compañÃas implantadas en el mercado nacional, algunas de ellas en situaciones financieras similares a la actual Casado.
Los trabajadores de Siro están distribuidos en 9 centros de producción. 6 de ellos radican en Castilla y León (tres en Venta de Baños, uno en Aguilar de Campoo, uno en El Espinar y otro en Toro); dos en la Comunidad valenciana (en los municipios de Paterna y Navarrés) y uno en Cataluña (concretamente en Pira).
El delegado sindical de UGT, Andrés GarcÃa, asegura que los trabajadores viven en un ambiente de crispación, porque culpan a los directivos de «una mala gestión» y consideran que la empresa no les mantiene informados. «Desde el Comité ya avisamos varias veces a la empresa de que se estaban cometiendo errores», asegura.